viernes, 10 de septiembre de 2010

Cuando la música para

Amanezco, día a día
Despierto, noche  a noche
Para escribir estas melodías
Si me equivoco no importa, no impongo reproche.

Ya acabó, la música se para, el músico cayó
Y ya nadie me puede callar
Y yo no puedo parar de llorar

Pasan los días y mis notas, locas! , revoltosas!
No paran de saltar!
Suenan y suenan
Y no paran de sonar
Y no paran de cantar
Oscurece y las notas se acurrucan y se mecen, en sus instrumentos
Y su música recorre hacia el sur! Guiada por los vientos

Ya acabó, la música se para, el músico cayó

Chinato!

Dice la gente, la más pudiente, que yo estoy un poco loco
porque hago cosas diferentes a como las hacen otros
y yo les sonrío y los doy gracias por el piropo, porque yo no quiero ser como son otros yo quiero ser como siempre he sido, diferente
Que yo no tengo remordimiento de mi locura, seguro que tienen más remordimiento algunos curas o los políticos y los señores de mano dura, que yo, que yo no tengo remordimiento de mi locura